Resina de coníferas
La goma de abeto ha sido utilizada con fines medicinales por la cultura dene (palabra común athabaskana para “pueblo”, que forma el pueblo athabaskano hablante de Alaska y del norte de Canadá), para curar cortes profundos y llagas. Para los Teetl’it Gweich’in, del pueblo gwich’in (o Kutchin), el pueblo de las Primeras Naciones Athabaskan de Canadá y Alaska que vive principalmente por encima del círculo polar ártico, llaman a la goma de abeto masticable dzih kwan (dzih = goma, kwan = claro), y a la goma de abeto blanda dzih ant’at dzih = goma, ant’at = pegajoso.
USOS MEDICINALES: La brea de abeto protege al árbol de una amplia gama de patógenos vegetales, bacterias, hongos, protozoos, arqueas y parásitos. Los lignanos de la resina tienen propiedades antioxidantes; además, se está investigando si los lignanos se transforman a través del metabolismo microbiano (y otros procesos) en componentes que tienen propiedades similares a las hormonas. Se especula que estos fitoestrógenos originados en los lignanos pueden contribuir a la regeneración celular y acelerar la cicatrización de las heridas.1 PIEL: La brea de abeto es excelente para tratar heridas infectadas o no infectadas, agudas o crónicas, quirúrgicas o no quirúrgicas y úlceras por presión. Uso tópico; ungüento de resina al 10%. 6 meses.
Resina de pino
La pomada de resina de abeto está compuesta por resina de pino y aceite balsámico de trementina que se incorpora a un bálsamo de lanolina y alcohol. La resina de abeto es un producto natural que se obtiene de la corteza del abeto. El aceite de trementina se obtiene de las agujas de los pinos y contiene una mezcla concentrada de aceites esenciales. La base -ungüento de lanolina y alcohol- no contiene conservantes, es suave e hidratante. El ungüento puede utilizarse para dolencias musculares y articulares aplicándolo directamente sobre las zonas afectadas. También puede aliviar la gota, el reumatismo y la neuralgia.
El lúpulo es una planta trepadora de la familia del cáñamo (Cannabaceae). Hildegard von Bingen ya mencionó las propiedades antibacterianas del lúpulo, señalando que su amargor impide la putrefacción. Es…
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Bálsamo de resina de abeto
Trabajar con la naturaleza no sólo ha garantizado al ser humano un sustento continuo, sino que también le proporciona un enriquecimiento espiritual, físico e incluso económico. Los estudios han descubierto, por ejemplo, que un simple paseo de 15 minutos por el bosque puede ayudar a reducir la presión arterial y los niveles de estrés. Se ha descubierto que los bosques tienen un efecto curativo sobre las alergias de los niños, lo que llevó a los japoneses a desarrollar los llamados bosques de la salud hasta convertirlos en un producto real. La humanidad aprendió a utilizar los productos naturales de los bosques hace siglos, y el uso de la resina de abeto se remonta a varias generaciones. Un diario médico de 1578, escrito por Benedictus Olai, hace referencia a los beneficios de la resina. Muchos finlandeses también recordarán sin duda a sus abuelos hablando del chicle de resina y del uso de la resina como vendaje.
La resina de abeto es un recurso natural renovable que ha cogido por sorpresa a los investigadores, reafirmando nociones centenarias transmitidas a través del folclore sobre las propiedades curativas del abeto. Las resinas de abeto han sido objeto de numerosos estudios en los últimos años, y se ha destinado una importante cantidad de capital a su investigación. En el evento Slush de 2016 para empresas de nueva creación, se concedió un premio de 100.000 euros a la investigación sobre las propiedades medicinales de las coníferas.
Goma de resina de abeto
El chicle de resina de abeto es un material masticable elaborado a partir de la resina de los abetos. En Norteamérica, la resina de abeto era masticada por los nativos americanos, y más tarde fue introducida por los primeros pioneros americanos y vendida comercialmente en el siglo XIX, entre otros por John B. Curtis. También se ha utilizado como adhesivo. Las mujeres indígenas de Norteamérica utilizaban la goma de abeto para calafatear las costuras de las canoas de corteza de abedul[1].
La goma de abeto se ha utilizado con fines medicinales, principalmente para curar cortes profundos y llagas en la cultura Dene. En la década de 1870, las Hermanas de la Providencia de Montreal (Canadá) desarrollaron un jarabe de goma de abeto para tratar la tos y la bronquitis[2].
En el siglo XX, la transformación comercial del abeto se orientó hacia la fabricación de papel para satisfacer la demanda de la industria periodística, lo que redujo la disponibilidad de abeto para otros fines, incluida la producción de goma de abeto. Hoy en día, se puede adquirir en pequeños lotes hechos en casa y no comercialmente. A menudo se aromatiza con menta o frutas.